* Septiembre del 2011. Artículo publicado en la edición impresa nº3 del Furgón de Bertolt.
EL ESTUDIANTAZO DEL I.U.N.A.
Los estudiantes del IUNA dimos una batalla de 100 días de lucha reclamando espacio y presupuesto para nuestra educación pública.
Antecedentes
Los primeros en ponerse la camiseta y salir a la cancha fueron los estudiantes secundarios de la Capital Federal, que cansados de las nefastas condiciones edilicias en las que cursaban, empezaron a tomar sus colegios exigiendo aulas, techos, gas, luz y equipamiento (necesidades básicas de una institución educativa).
Luego se incorporaron a este movimiento varias facultades de la UBA, con sus reclamos históricos. Al transcurrir los días, instituciones educativas de otras provincias se sumaron al reclamo: la lucha, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, ahora se daba a nivel nacional.
El movimiento hizo réplica en el IUNA. Todo empezó el 1ro de septiembre cuando los compañeros del departamento de Artes Audiovisuales decidieron, en una asamblea masiva, tomar la sede de Yatay (donde la gotera más chica inunda el aula más grande). En cuestión de días, cinco sedes del IUNA (Audiovisuales, Visuales, Movimiento, Folklore y Formación Docente) fueron tomadas por los estudiantes organizados, reclamando el presupuesto necesario para abordar una 'solución edilicia integral'.
Pero como nuestros reclamos no son al Ministerio de Educación de la Ciudad, sino al Nacional, aquellos defensores del Gobierno Nacional, que hasta entonces justificaban las tomas, ahora se manifestaban en contra. No querían admitir que los problemas edilicios del IUNA eran y son tan urgentes como los de los secundarios: el IUNA ya había declarado su emergencia edilicia en el 2005.
Artes Dramáticas
En nuestro departamento la conducción del CEADI en aquel entonces estaba en manos de la Agrupación Brote Creativo (varios miembros de esa Comisión Directiva hoy integran la Agrupación R. J. Santoro). Este grupo fue el que reactivó el centro de estudiantes después de varios años de inexistencia del mismo.
Hasta el momento del estudiantazo, la participación activa de la mayoría de los estudiantes era baja. La nueva coyuntura nos hizo afrontar un acontecer político para el que no estábamos preparados. Esta inexperiencia implicó deficiencias organizativas y en los análisis políticos. Por ende, tuvimos que formarnos en la acción-error. La intensión de este Boletín es la de analizar el proceso que vivimos como claustro.
Los comienzos
El viernes 3 de septiembre se realiza una asamblea en French donde se decide la toma con clases de la sede después de que fuera ratificada en una asamblea doble turno el martes 7. Sin embargo, ese día, con la participación de docentes en la asamblea, se resuelve decidir la toma por plebiscito.
Ganó la negativa.
La postura antiestudiantil
En las asambleas de Dramáticas, llegar a decidir el accionar era una tarea caótica. Si bien todo lo resuelto es legítimo, en tanto fue votado por los estudiantes, el marco en el que se realizaban estos debates estaba totalmente atravesado por la postura antiestudiantil que desarrollaron aquellos que tenían intereses contrapuestos a la lucha que se estaba gestando.
Definimos como antiestudiantil, toda conducta dirigida a menoscabar cualquiera de las instancias democráticas y participativas exclusivas del claustro, por parte de docentes, no-docentes, autoridades y algunos sectores del estudiantado.
Hay ciertas cuestiones que es pertinente analizar, pues generaron las circunstancias bajo las cuales se buscó amparar, justificar y, de esta manera, oscurecer los hechos de persecución política acaecidos en el departamento. Podemos clasificar estas cuestiones en dos ejes, uno es la polarización del debate, donde se desvió la discusión política a “toma / no toma” y se conectó esas dos posturas a la idea de “violentos / pacíficos”, respectivamente; la otra es la desvalorización de las asambleas estudiantiles.
En las asambleas pudimos ver a nuestros consejeros de aquel entonces, los de Grito Gutural, y a miembros de otros claustros gritar, interrumpir a los oradores, hacer constantemente comentarios por lo bajo y pronunciar chicanas o reírse en medio de las intervenciones, alentando a los demás estudiantes a hacer lo mismo. Esto hacía prolongarse las asambleas de manera extraordinaria, provocando agotamiento y dificultades prácticas, como que al momento de votar hubiese muy pocas personas. Nunca corrigieron esta actitud, de hecho fue incrementándose, aún cuando se pedía orden y silencio públicamente desde la moderación y otros estudiantes.
La postura de la gestión era abogar por la institucionalidad que se da en los órganos de cogobierno, donde nuestra incidencia es mínima y, en ese momento, la totalidad de los consejeros estudiantiles estaban alineados a la gestión. Por ejemplo, uno de los constantes argumentos de Federico Flotta y Elián López para ningunear las asambleas era decir a “mi me votaron”. Es claro que se plantea como único camino la democracia representativa y no la participativa; en la primera, no son los claustros quienes gobiernan, sino sus representantes, que en nulas ocasiones se acercaron a las bases. De ahí se desprende el interés de desvalorizar las asambleas, generando así la no participación de muchos estudiantes en las mismas, y anular en la opinión pública las decisiones debatidas y votadas, poniendo un freno a la organización y movilización estudiantil, impidiendo el debate. Esta es una postura claramente antiestudiantil.
La asamblea de Venezuela
Luego del plebiscito, se realizó una asamblea en la sede de la calle Venezuela, que tenía como objetivo sumar las problemáticas de la sede a los reclamos. Día y horario habían sido aprobados en la asamblea anterior. En esta ocasión se mocionó que la sede de Venezuela fuera tomada, y al momento de la votación ganó la positiva. Sergio Sabater, que se encontraba en el edificio, se acercó a la asamblea para decir que él no iba a entregar el lugar. En ese momento comienzan a movilizarse para traer estudiantes desde French a la sede, para lo cual las clases son levantadas.
Se dijo durante y después de todo el disturbio, que quienes estaban en Venezuela eran unos violentos, que estaban con palos tratando de tomar por la fuerza el lugar, y que quienes encabezaban este accionar “delictivo” eran la comisión directiva del CEADI. Nada más lejos de la realidad. Todo ocurrió dentro de los marcos del debate y la votación, más allá del gran error cometido por la comisión directiva del CEADI: haber permitido que ocurriera esto luego del plebiscito y votar a favor. Autocrítica pública de por medio, asumieron su falta para con la mayoría que se manifestó.
Cómo se decide y toma el rectorado
Con varios departamentos tomados, la articulación interdepartamental creció. En la asamblea interdepartamental del 17 de septiembre en la sede de Pinzón, las sedes tomadas, cansadas de la falta de voluntad de la gestión, definieron que se tomara el rectorado si en el consejo superior del 23 de septiembre no se daba una solución concreta al conflicto. Como esto llega a oídos de la gestión, se decide realizar el consejo superior en French (donde el clima político les era más favorable) y no en el rectorado. De más está decir que dicho consejo no resolvió nada. (ver negociaciones)
Por eso la siguiente interdepartamental (viernes 24 de septiembre en Piedras) después de debatirlo en las asambleas de base de las sedes tomadas, aprueba la toma del rectorado “con carpa”.
¿Qué implicaba toma 'con carpa'? Que no se filtre la información.
El rectorado se toma pacíficamente el martes 28 de septiembre a las 8 de la mañana como medida mediática de dos días. Fue en la práctica que nos fuimos dando cuenta que era el lugar donde más presión ejercíamos.
Las negociaciones
Con el ministerio
A la semana de tomado Yatay, el jueves 9 de septiembre, el secretario de políticas universitarias Dibbern, informa en una reunión con representantes de los estudiantes en lucha que se destinaría una partida extra presupuestaria para el alquiler de un nuevo edificio (que hoy es Rocamora). Esta solución era para Audiovisuales, pero no dio ningún tipo de respuesta a las problemáticas edilicias del resto del IUNA. Entonces continuamos con la lucha.
Un mes más tarde nos recibió en su despacho otro funcionario de políticas universitarias, López. El crecimiento del movimiento, la cantidad de sedes tomadas y las reiteradas manifestaciones dieron lugar a que le arranquemos varios metros cuadrados más al Ministerio. En esa reunión nos confirman el edificio de Mitre. Otro triunfo de la lucha estudiantil. Pero todavía no era suficiente. Y la gestión del IUNA no reclamaba.
En el ministerio nos recibían cada vez que golpeábamos las puertas del Pizurno. ¿Qué nos decían cuando íbamos? LA PLATA ESTÁ, QUE SU UNIVERSIDAD TRAIGA UN PROYECTO, QUE SE HAGA CARGO DE LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA.
¿Qué le pedíamos a la gestión? UN PLAN DE SOLUCION EDILICIA INTEGRAL PARA PRESENTAR EN EL MINISTERIO.
La gestión y el ministerio se pasaban la pelota, por eso NUNCA aceptaron tener una reunión entre las tres partes para solucionar el conflicto. Nosotros lo propusimos en reiteradas ocasiones, pero había una falta de voluntad política, por eso no se llevo a cabo.
La presión de 100 días de toma con estudiantes movilizados en la calle, pudo más que los 5 años de gestión desde la declarada emergencia edilicia
Con el rectorado
La secuencia de reclamos a las autoridades de la institución se dieron de la siguiente manera: El 2 de septiembre (al día siguiente de la toma de Yatay) sesionó el Consejo Superior extraordinariamente; los estudiantes movilizados fueron a exigir a través de las consejeras de Audiovisuales y Movimiento un 'Plan de solución edilicia integral'; con plazos. Con toda la cháchara que se necesita para llevar adelante una solución concreta, planificada según las necesidades de una universidad pública y gratuita donde alcance para todos los que quieran entrar.
El 23 de septiembre (once días después) vuelve a sesionar el Consejo Superior, esta vez en French, donde los gritos de los estudiantes de todos los departamentos del IUNA se organizaron a la voz de la misma consigna: Que la institución le reclame al Ministerio de Educación Nacional el presupuesto necesario para resolver la crisis espacial y de infraestructura de la universidad. En un circo burocrático de pasadas de factura de un sector de la gestión a otro, el Consejo no resolvió buscar la solución. A los cinco días tomamos el rectorado y enviamos un petitorio a la gestión con nuestros reclamos. Nos respondieron a la semana, con un 'petitorio reformulado' que no tenía nada que ver con nuestras reivindicaciones. En vez de decir: 'Nos comprometemos a...' decía: 'Seguiremos haciendo lo que venimos haciendo...' Lo reescribimos y lo lavaron de nuevo. Siempre apostaron al desgaste y a la pelea entre los estudiantes, fomentando la reacción con mentiras y dejando pasar el tiempo.
El conflicto central estaba en la departamentalización de Folklore. ¿Qué implica la departamentalización de un área transdepartamental? Los departamentos tienen más presupuesto. Los departamentos tienen Consejos Departamentales de 10 personas (más el decano) y las áreas, consejos de carrera de 4 representantes (más el director de carrera). La Asamblea Universitaria está compuesta por los consejeros departamentales y de carrera... ¿Y qué con todo esto? La departamentalización de folklore implica la incorporación de muchos votos de una fracción opositora a la rectora a la Asamblea Universitaria. Además el director de las áreas es designado por el rectorado, mientras que los decanos de los departamentos son votados por sus consejos... salta a la vista el interés político de la rectora sobre las áreas.
¿Querés ver los petitorios? Mandanos un mail a agrupacion.santoro@gmail.com y te los podemos facilitar.
El error político del movimiento
El martes 19 de octubre una delegación de estudiantes se reunió con María Marta Gigena en la sede de Rodríguez Peña, donde nos ofrecieron la departamentalización de Folklore en un consejo superior en diciembre. El movimiento estaba organizado, creciendo, con muchos activos y no se tuvo la visión política de haber cedido en el aplazamiento de un mes, para poder así ampliar el movimiento y dejar al descubierto las verdaderas maniobras de la gestión. Sabiendo lo difícil que era conseguir una instancia de negociación con la gestión, se negó la propuesta porque el consejo nosotros lo pedíamos en noviembre. Ese fue el error que nos costó la firma del petitorio. Lo bueno es, que de los errores se aprende... Y en la próxima lucha, estaremos más preparados a la hora de negociar.
Asamblea Interclaustro de Dramáticas
Nuestra Decana Sandra Torlucci se encontraba fuera de Buenos Aires durante las primeras semanas de todo el Estudiantazo, por lo que a su regreso envió un comunicado llamando a una asamblea interclaustro. La misma fue un juicio a los estudiantes que apoyaban la medida de reclamo, pero más especialmente, a la conducción del Centro de Estudiantes. Transcribimos parte del comunicado:
“Después de una masiva votación de los estudiantes rechazando la toma del Departamento un grupo de gente siguió intentando dar vuelta la decisión del claustro que dice representar. Amparados en el aparato de algunos partidos políticos y sectores estudiantiles externos, mienten, incansablemente. Lo sabemos todos pero si siguen adelante es porque algún resultado -aunque más no sea el desgaste y la desmovilización- pueden obtener de la mentira, y no podemos permitirlo.” Convocatoria a la asamblea interclaustro, Sandra Torlucci, 8 de octubre de 2010.
La interclaustro no fue una instancia que llamara a la construcción, convocada desde el vamos abriendo juicio sobre compañeros, acusándolos de mentirosos y de estar aparateados por el PO y la FUBA, ¿cuál es el problema con que compañeros militen en un partido político o que una federación de compañeros de otra universidad venga a apoyar nuestra lucha? La unidad entre estudiantes y los partidos políticos, son reivindicaciones democráticas.
La señora decana Sandra Torlucci, quien moderaba la asamblea, monopolizó la misma interrumpiendo repetidas veces a quienes opinaban ideológicamente distinto, sin respetar una lista de oradores que garantiza que todas las voces sean escuchadas bajo las mismas condiciones. Fue un espacio para defenestrar a los estudiantes que participaron de la lucha, y demostró que nuestra gestión no buscaba esclarecer nada, ni mucho menos generar un consenso, sobre lo ocurrido, en la comunidad del departamento.
Las manifestaciones y jornadas artísticas
La particularidad del movimiento estudiantil del IUNA es que somos todos artistas. Y como artistas consideramos que el arte es un transformador y que tenemos una responsabilidad social en nuestras disciplinas. Por eso, nuestras manifestaciones y métodos de reclamo siempre estuvieron empapados de color, emoción y significado.
En 100 días de lucha realizamos diez jornadas artísticas en la ciudad de Buenos Aires (promedio de una cada diez días). En las sedes del IUNA, en el obelisco y en la puerta del Ministerio de Educación.
En la marcha por la Noche de los Lápices la columna del IUNA alcanzó los mil estudiantes y fue la estrella de la marcha por su color y su arte. Esperamos este año ser muchos más.
El viernes 22 de octubre realizamos una peregrinación artística desde el Ministerio de Educación a la casa de la rectora. Una columna de 400 artistas atravesaba las calles a una velocidad impresionante dejando color por donde pasara. Los carteles, los personajes, la música y todas las intervenciones confluían con un único objetivo: que la rectora sepa que esperábamos la firma del petitorio. Sin embargo, nunca salió a oír el reclamo.
El 30 y 31 de octubre, en pleno proceso de lucha, se llevó a cabo el Primer Encuentro Interdisciplinario del IUNA en la sede de Música. Este encuentro fue organizado por un sector de los estudiantes que responden a la gestión de la universidad, donde los únicos cuatro proyectos dejados afuera fueron los presentados por estudiantes de la lucha. Participamos interviniendo pacífica y artísticamente dicho evento. El domingo 31 a la hora del cierre del PEI, el 'IUNA en lucha' cortó la Av. Córdoba para realizar una intervención verdaderamente interdisciplinaria, que reclamaba la firma del petitorio. Fue otra oportunidad para hacer oír nuestra voz y para producir en conjunto un hecho artístico entre las distintas disciplinas del IUNA.
Las marchas en silencio
Primera marcha Viernes 5 de Noviembre
Llegado noviembre redoblaron las apuestas para fraccionar a los estudiantes. Con mentiras, la gestión impulsó 'marchas en silencio' y organizadas desde los consejeros. Se levantaron las clases para poder concurrir a la marcha que pedía “el regreso a la institucionalidad”. ¿Con qué mentiras? Mentiras que decían que las becas no se podían pagar por la toma del rectorado. Que la departamentalización no podía darse por consejo superior (cuando ellos habían propuesto la departamentalización por consejo unos días antes). Que los docentes no podrían cobrar sus sueldos. Que todo lo malo que acontecía en el mundo era culpa de la toma del rectorado. Ahora me pregunto... Qué es el rectorado sino más que un edificio... La plata de las becas del año, el sueldo de los docentes, etc. ¿Estaban guardadas en una caja fuerte en el rectorado? No creo, si después de unos días, con el rectorado tomado y todo, se le pagó a todo el mundo.
Estas mentiras fueron una estrategia para generar reacción y deslegitimar la lucha estudiantil. Estrategia sucia y determinada por la falta de voluntad de la gestión a aceptar su inacción respecto a las necesidades de la universidad. Y así, llevando a los no docentes, los docentes y algunos pocos estudiantes, se presentaron en la puerta del rectorado el viernes 5 de noviembre en una 'Marcha en Silencio' pidiéndonos que levantemos la toma. La marcha fue en silencio, se sentaron en la calle un rato y se fueron. Todo en paz, todo tranquilo.
Segunda marcha miércoles 10 de Noviembre
Esta marcha tenía como consigna el silencio y el carácter pacífico al igual que la anterior, sin embargo desembocó en un enfrentamiento entre estudiantes. Con respecto al mismo, la versión institucional es que aquellos que se encontraban en el rectorado iniciaron la provocación y reaccionaron violentamente. Sin embargo, no se menciona el hecho de que los asistentes a la marcha avanzaron sobre los estudiantes que estaban en la puerta.
Lo paradójico de la jornada, fue que luego del “gas pimienta”, se realizo una negociación entre estudiantes de los dos bandos, donde se acordó exigirle a la rectora la firma del petitorio. Por la reacción del día siguiente se notará como se hizo caso omiso de la negociación.
Otra cuestión importante de observar es la utilización oportunista del “gas pimienta”, generalizando esta acción autonomista de un estudiante, para mostrar a todos los que llevaban adelante la medida de lucha como “violentos que organizaron una emboscada”. Alrededor de esto se hizo mucho ruido, y fue cuando el aparato de la gestión fue desplegado con más fuerza para magnificar los acontecimientos, generar acusaciones personales y afianzar la división de los estudiantes. Un bombardeo de comunicados (mails) institucionales, las 48 horas de repudio en que se empapeló el IUNA del artículo que Página /12 publicó por lo ocurrido el miércoles 10, se instaló un televisor con imágenes de los estudiantes afectados por el gas pimienta, fotografías de compañeros de la lucha encerrados en círculos rojos con la denominación de “cómplices de la violencia” firmados por Grito Gutural (agrupación de los que en ese entonces eran Consejeros Estudiantiles departamentales y superiores), como es el caso de Ana Laura Rodríguez, quien de hecho ese día llegó tarde, cuando ya había comenzado el enfrentamiento en el rectorado. Y por último el abuso de poder por parte de docentes en las aulas y fuera de ellas. Como es el caso de la docente Candelaria Sabagh, quien tuvo constantes conductas reprochables contra estudiantes. Casos en los que se refirió abiertamente en asambleas, a aquellos que llevábamos adelante la lucha como un “cáncer que debe ser extirpado”, clases en que nos utilizó como ejemplo para referirse al fascismo, indignantes dichos a estudiantes tales como “a vos te tira más un pelo de concha”, degradando su postura política e ideológica. Y el caso más emblemático fue la carta que escribió refiriéndose a Nuria, una estudiante, de las maneras más deplorables.
“48 horas de repudio”
Esa fue la consigna institucional para llamar a la conciencia del estudiantado. Denominación más correcta en su génesis que como se siguieron llamando en el futuro a estas jornadas: de reflexión
En el departamento se generaron asambleas interclaustro donde no se dejó hablar a aquellos estudiantes que estaban participando activamente en la lucha. Primero aplaudiendo cada vez que alguno de nosotros intentaba pronunciar su posición y luego, cerrándose en forma definitiva al echarnos físicamente del Teatrito para tomar decisiones en privado. Cabe destacar que estas medidas eran propulsadas y/o apoyadas por docentes y autoridades presentes, de hecho cuando terminó esta asamblea improcedente, todo ellos salieron aplaudiendo bajo el grito de “que se vayan”.
Cabe destacar que nunca dentro de 5 años en la institución se llamó a hacer 48 hrs. de nada, nunca fueron llamadas para reflexionar sobre la situación edilicia, ni para analizar la propuesta de ninguna rectora, ni para debatir el cambio de plan de estudios, ni para una Maratón donde los estudiantes pudieran tener el espacio, ni para las mismas asambleas que los estudiantes propulsaron el año pasado para debatir sobre todo el proceso en cause del estudiantazo y la situación de los otros departamentos.
Nuestra postura dentro del rectorado
Si hay algo que aprendimos el año pasado, es que hay que blanquear los conflictos a tiempo. Nosotros estábamos en contra de que la lucha se cerrara una vez tomado el rectorado. Entendíamos que era la mayoría del estudiantado, en una interdepartamental abierta, la que debía ratificar o no, asamblea tras asamblea, la medida de la toma. Además sabíamos que el hecho de que se cerrara, atentaba contra la masificación de la lucha. Lo considerábamos un error, pero no abrimos esa postura.
Como para nosotros el reclamo era legítimo, nos planteábamos impulsar la apertura de la lucha desde adentro. Y tras varias jornadas y fuertes debates, pudimos sacar la interdepartamental.
Comunicados institucionales
Las gestiones del IUNA y de nuestro Departamento se encargaron de hacer llegar a todos su versión de los acontecimientos a lo largo de todo el proceso del estudiantazo, a través de comunicados que enviaban constantemente a la gran base de datos de que disponen.
En todos los comunicados, a excepción de uno, se dice, con respecto, por ejemplo a lo ocurrido el miércoles 10 en el Rectorado, que los “estudiantes de la toma”, desde la puerta, agredieron a puñetazos y gas pimienta a los “otros estudiantes”, y no mencionan el avance de los segundos, como si de un momento para otro, sin provocación alguna se hubiese desatado la violencia. Esta “omisión” de información provoca una visión parcial y tendenciosa de los hechos, cuya intención es instalar este discurso como incuestionable. Cuestión posible además por el descrédito que la propia institución da a los estudiantes que llevan adelante la medida de reclamo, planteando que nuestros reclamos son “pobres metas” y que lo único que queríamos era prolongar el conflicto, sin embargo, no se explica en qué nos beneficia esto, ni tampoco, insisto, se pronuncian sobre los reclamos de la toma, los mismos sólo son ninguneados. Se instala un discurso único que permite decir con total impunidad cosas tales como: “violaron”, “golpe por la espalda”, “violencia solapada”, “cualquier precio”, “guerra”, “traición”, con sinceridad me pregunto de qué se nos acusa exactamente, pues no es claro, sin embargo son palabras cargadas de imputaciones terribles. Que las autoridades acusen de esta manera a estudiantes en cualquier otra circunstancia podría parecernos al menos desmesurado, sin embargo en este caso pueden hacerlo, pues no somos parte del IUNA, somos los estudiantes de la toma, los agresores, un grupo que ocupa el rectorado. Los estudiantes que están en contra de las tomas son en cambio, inocentes y desprevenidos, víctimas, no hay identificación posible. (Todas las comillas del párrafo anterior son citas de mails institucionales que en el Informe estarán incluidos íntegros).
Nadie se hizo cargo de las implicancias de llamar golpistas a un grupo de estudiantes que llevaba adelante una medida de fuerza, que más allá de no estar de acuerdo con ella en sí, era en pos de un reclamo legítimo y que en un comienzo, decían compartir. Todos sabemos lo que implica denominar golpista a alguien, las connotaciones que traen para un país que sufrió golpes de estado, que llama de esa manera a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad, nadie se hizo cargo.
Así como ninguna autoridad, ningún docente o no docente, que llevó adelante acciones impugnables, hizo una autocrítica con respecto a su accionar. Siempre planteos reduccionistas y polarizadores
Basta de Persecución ideológica
Los acontecimientos analizados y narrados nos hablan de un accionar sistemático, que al verlo en su conjunto y con distancia, aclara el devenir de todo el proceso del Estudiantazo, las intenciones alevosas de desmovilizar a costa de la criminalización de estudiantes, y la gran herida que marca al claustro, que se siente aun hoy.
Se está preparando un informe que presentará ante el Consejo Departamental la consejera de la lista Bertolt y militante de la agrupación R. J. Santoro, María Josefa Vergara. En el mismo se profundiza y completa toda la información. Ese informe tiene por objetivo, la denuncia, el análisis y el debate
¿Qué conseguimos?
Organización
El estudiantazo en el IUNA logró consolidar un movimiento político amplio de agrupaciones en lucha. Aprendimos mucho. Aprendimos que juntos la presión es mayor y que si todos juntos salimos a la calle los logros son concretos y tangibles.
Diálogo artístico y compromiso social
En este proceso nos encontramos actores, pintores, músicos, bailarines, docentes y cineastas. Aprendimos a fusionar lenguajes y a compartir procesos creativos. Hoy todavía seguimos compartiendo estas actividades y construyendo en conjunto arte con contenido. Arte que refleje la nefasta realidad de la humanidad. Arte que denuncie y haga oír las necesidades del pueblo.
Edificios
Y hablando de los logros, lo más importante y concreto fue haber incorporado en tres meses once mil metros cuadrados más para el IUNA. Para los estudiantes, para cursar. Para mejorar nuestros estudios.
Hoy debemos seguir luchando para conseguir una partida presupuestaria para llenar de clases esos metros cuadrados. El estudiantazo no termina aquí, porque esto recién empieza...
La agrupación R. J. Santoro hoy.
¿Qué clase de agrupación somos? ¿Qué hacemos diariamente? ¿Cómo nos organizamos?
Somos una agrupación estudiantil independiente en lucha ¿Qué significa? Que un grupo de estudiantes del I.U.N.A. de Artes Dramáticas se reúne para debatir, tomar postura y accionar en pos de garantizar nuestros derechos como estudiantes de una institución educativa superior, artística y pública. Para lograrlo, creemos tajantemente que el alumnado debe organizarse. La unión hace la fuerza, la única manera de hacer oír nuestra voz es que el conjunto de los estudiantes nos organicemos y tomemos decisiones como claustro independiente a cualquier otro, porque los intereses de los estudiantes no siempre coinciden con los del resto de la comunidad educativa.
Actualmente en la facultad, debemos dar batalla a la imagen unilateral peyorativa con la que se nos asocia, pero que desconoce lo que hacemos diariamente.
Así como proponemos nuevos proyectos, hay decisiones que deben tomarse entre todos. R. J. Santoro funciona de manera totalmente democrática, y nos encantaría que sucediera lo mismo entre los estudiantes y sus representantes, tratamos de accionar sobre aquellos espacios que deberían tener pleno funcionamiento; nos referimos al cuerpo de delegados y las asambleas.
¿Cómo seguimos avanzando en nuestras luchas?
En nuestras reuniones regulares además de la realidad universitaria reflexionamos sobre la coyuntura nacional e internacional. Por eso la agrupación también es un espacio de formación y consolidación ideológica y, sabemos que el artista es un ser social y su arte es político, por lo que accionamos para llevar a fondo esto. Desde la R. J. Santoro impulsamos la producción artística como un arma fundamental, como herramienta clave para pensar nuestra realidad. No creemos en el arte por el arte y no queremos una cultura de elite.
Lo que queremos es que participen todos los estudiantes activamente.
Por eso impulsamos:
* Actividades artísticas dentro y fuera de la Institución para profundizar nuestra experiencia de oficio actoral (por ejemplo, participando de la Cátedra Abierta de Intervenciones Callejeras, presentando obras o números teatrales en la Sala Alberdi, o interviniendo en las jornadas artísticas de reclamo que se realizan en las distintas unidades académicas)
* Conformación del Cuerpo de Delegados, agilizando el flujo de información. Generando así debates sobre temas competentes a nuestro claustro en cada comisión, y una posterior puesta en común entre todos los representantes de cada curso.
Temas candentes y pendientes:
* Reforma del Plan de Estudios en relación con la CoNEAU y el Tratado de Bologna.
* Destitución ilegítima de la docente Inés Rosa por parte de la gestión del IUNA.
* Configuración de la Comisión de Igualdad de Género que discuta y accione sobre la temática de la opresión hacia la mujer, el aborto, las redes de trata, discriminación hacia homosexuales, bisexuales, transexuales, y todo lo referente a la temática.
* Participando de las Asambleas Estudiantiles de base de nuestro departamento como también de las Asambleas Interdepartamentales, ya que son el único órgano de representatividad real y democracia directa que tenemos como claustro para decidir orgánicamente nuestra postura política y posterior accionar.
Desde la agrupación R. J. SANTORO seguiremos aportando a la construcción del movimiento estudiantil unificado mediante:
* La publicación de esta gacetilla para poner en discusión los temas referentes.
* La articulación con otras agrupaciones estudiantiles y centros culturales en defensa de la educación pública, gratuita, laica, de calidad y el arte popular.
* Impulsando el proyecto CPUNI (Curso Pre Universitario Nivelatorio e Inclusivo) para que todos tengan la posibilidad de estudiar en nuestra universidad pública, haciendose cargo ésta de brindar las herramientas necesarias para el ingreso a la carrera.
* Llevando los mandatos de base de Asambleas al Consejo Departamental mediante la consejera Josefa Vergara de la lista “La Bertolt” electa en las últimas elecciones.
"Hablar claro
unos hablan
de la teoría de la práctica
otros hacen
la práctica de la teoría"
Roberto Jorge Santoro
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